Será magnificado Cristo en mi
1ª Corintios 6:20 (RV1960)
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1ª Corintios 6:20 (TLA)
20 Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por
ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y
agradar a Dios.
Historia del viaje a Europa, donde nos propusimos no enojarnos, ni
preocuparnos por nada. A uno se le perdió su maleta, a mi me robaron la
computadora, etc…
Vivir para Cristo.
2ª Corintios 5:14-15 (RV1960)
14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por
todos, luego todos murieron;
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para
aquel que murió y resucitó por ellos.
2ª Corintios 5:15 (NTV)
15 Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo
ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien
murió y resucitó por ellos.
Romanos 14:7-9 (RV1960)
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos.
Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de
los muertos como de los que viven.
Romanos 6:9-14 (RV1960)
9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la
muerte no se enseñorea más de él.10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto
vive, para Dios vive.
11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias;
13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos
de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre
los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la
ley, sino bajo la gracia.
Una vida que glorifica a Dios.
Filipenses 1:19-21 (RV1960)
19 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de
Jesucristo, esto resultará en mi liberación,
20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes
bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado
Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Filipenses 1:20-21 (NTV)
20 Tengo la plena seguridad y la esperanza que jamás seré avergonzado,
sino que seguiré actuando con valor por Cristo, como lo he hecho en el
pasado. Y confío en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o
muera.
21 Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor.
Filipenses 2:12-18 (RV1960)
12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor,
13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por
su buena voluntad.
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en
medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo;16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda
gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra
fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.
18 Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.
Colosenses 3:5-11 (RV1960)
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza,
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais
en ellas.
8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia,
blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con
sus hechos,
10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno,
11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita,
siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
Colosenses 3:10-11 (NTV)
10 Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que
aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él.
11 En esta vida nueva no importa si uno es judío o gentil, si está o no
circuncidado, si es inculto, incivilizado, esclavo o libre. Cristo es lo único
que importa, y él vive en todos nosotros.
1ª Tesalonicenses 5:22-24 (RV1960)
22 Absteneos de toda especie de mal.
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo.
24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
1ª Tesalonicenses 5:23-24 (TLA)
23 Que el Dios de paz los mantenga completamente dedicados a su
servicio. Que los conserve sin pecado hasta que vuelva nuestro Señor
Jesucristo, para que ni el espíritu ni el alma, ni el cuerpo de ustedes
sean hallados culpables delante de Dios.
24 Él los eligió para ser parte de su pueblo, y hará todo esto porque
siempre cumple lo que promete.
Romanos 12:1-2 (RV1960)
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:1-2 (TLA)
1 Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les
ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le
agrada. Así es como se le debe adorar.
2 Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de
manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere,
es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.
Conclusión.
2ª Pedro 1:3-11 (RV1960)
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó
por su gloria y excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para
que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad;
7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo
olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el
reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
2ª Pedro 1:3-11 (TLA)
3 Dios utilizó su poder para darnos todo lo que necesitamos, y para
que vivamos como él quiere. Dios nos dio todo eso cuando nos hizo
conocer a Jesucristo. Por medio de él, nos eligió para que seamos parte
de su reino maravilloso.
4 Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos
prometió. Por medio de ellas, ustedes podrán ser como Dios y no
como la gente pecadora de este mundo, porque los malos deseos de
esa gente destruyen a los demás.
5 Por eso, mi consejo es que pongan todo su empeño en: Afirmar su
confianza en Dios, esforzarse por hacer el bien, procurar conocer
mejor a Dios,
6 y dominar sus malos deseos. Además, deben ser pacientes, entregar
su vida a Dios,
7 estimar a sus hermanos en Cristo y, sobre todo, amar a todos por
igual.
8 Si ustedes conocen a Jesucristo, harán todo eso, y tratarán de hacerlo
cada vez mejor. Así, vivirán haciendo el bien.
9 Pero quien no lo hace así es como si estuviera ciego, y olvida que Dios le
ha perdonado todo lo malo que hizo.
10 Hermanos, Dios los ha elegido para formar parte de su pueblo, y si
quieren serlo para siempre, deben esforzarse más por hacer todo esto. De
ese modo, nunca fracasarán en su vida cristiana,
11 y Dios, con gusto, les dará la bienvenida en el reino de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo, quien reina para siempre.